Por Angie Zullay Mora David
A
todos en nuestra sociedad les ha surgido
la pregunto de como morir o cuando
sucederá, pero siempre se piensa que esa decisión no está en nuestras manos.
¿Qué pasaría si pudiéramos tener esa decisión en nuestras manos o en las manos
de nuestros seres queridos? Pues esa opción se nos presenta en la eutanasia,
aquella decisión que nos ayuda a tener nuestra vida y nuestra muerte en manos
propias; aquella que nos muestra una posible salida si nos encontramos en una
situación en la cual nuestro cuerpo o mente se encuentran experimentando un
dolor más allá de los que la mente humana pudiera comprender.
La
eutanasia es un tema que ha acompañado a la humanidad desde sus inicios y cuyo
tema ha sido tema de controversia desde el inicio de la medicina moderna, en la
antigüedad se tenía una perspectiva diferente de la vida, la muerte es tomaba
como decisión del individuo y no se necesitaba grandes discusiones frente al
tema. Después de esta época se dio un gran cambio frente a la forma de ver la
vida y las decisiones que se deben tomar frente a esta, esto se da gracias las
nuevas creencias cristianas que hizo que nuestra visión la tomara como un
pecado. Visión que han perdido totalmente su fuerza en la edad moderna donde la
eutanasia es considerada como el arte de morir o el derecho a una muerte digna.
La
eutanasia se presenta como la salida más honorable y digna a la que las
personas pueden acceder para dar fin a su existencia y consigo a su dolor y el
de sus familiares. Gran parte de la comunidad médica mundial se encuentra de
acuerdo con que los pacientes tomen por decisión propia el derecho a una muerte
digna, ya que en la medicina como en la parte jurídica se respeta la decisión
del paciente frente a su bienestar, a esto se le conoce como eutanasia pasiva o
suspensión del esfuerzo terapéutico. La eutanasia se encuentra en este momento practicado
legalmente en varios países como son Holanda, Luxemburgo y Bélgica, mientras en
otros países europeos se prohíbe la eutanasia, pero es totalmente aceptable la
“ayuda a morir”.
En estos
países se reconoce el derecho de la persona a tomar la decisión de no acceder a
los tratamientos médicos o suspenderlo en su totalidad, mas no se permite que
la medicina altere de manera visible la vida del paciente, en los países en los
cuales se encuentra legalizada la eutanasia se practica so en casos de que la
persona este consiente y se esté atravesando una situación de extremo dolor y
en los cuales se demuestre que la medicina ya no tiene opción de calmar dicho
dolor.
Actualmente
la eutanasia no es aceptada en la mayor parte de los países americanos debido a
la gran influencia que tiene la religión católica en todos estos, ya que como
se mencionó anteriormente la iglesia contempla a la eutanasia como un pecado
que atenta contra lo más preciado que tiene el ser humano como es la vida,
desde esta concepción jamás se lograra un avance significativo debido a que
nunca se le permitirá a las personas tener control de sus propias vidas.
La
iglesia basa la mayor parte de sus argumentos en contra de la idea de legalizar
la eutanasia en que la vida es un derecho divino y este debe de ser vivida solo
bajo las reglas dadas por Dios; ¿pero qué pasa cuando este derecho divino se
convierte en una simple carga o en una obligación? En ese momento la vida deja de ser algo
preciado y se convierte en algo pesado e insufrible, que hace que la pena y el
dolor que se llevan debido a una enfermedad sea física o mental aumente
considerablemente.
Otro de
los impedimentos que se presenta a la hora de negar la legalización de la
eutanasia es que muchas personas confunden esta práctica con un suicidio o en
algunos casos más grandes lo llegan a catalogar como un homicidio, pensamiento
que es compartido por varios gremios dentro de la medicina ya que consideran
que esta práctica va en contra de su ética profesional y de sus principios
personales. Pero a decir verdad las posibilidades de que la eutanasia se
considere un suicidio o en algunos casos homicidio son escasas ya que cuando
una persona accede o solicita la ayuda para morir es porque su vida perdió
total sentido y ya a esta no se le puede considerar vida, no una vida digna
como se supone que debemos tener todos, y estas posibilidades solo se
consideran cuando una persona se consideran a sí misma con vida.
En
Colombia lleva un gran atraso frente a otros países, ya que a pesar de ser un
país laico, en este aún se encuentra una gran influencia por parte de la
iglesia católica. Esto ha causado que en este país aún no se legalicen muchas
cosas como son el aborto, el matrimonio gay y la eutanasia. Lo que ha hecho que
la lucha en este país por el derecho a morir dignamente es más dura que en
otros países.
En
Colombia se han practicado pocas veces y algunos de estos se han dado a conocer
gracias a diferentes programas de televisión, en donde se evidencia el dolor,
el sufrimiento y el esfuerzo por el que tienen que pasar las personas que sufren
una enfermedad terminal o de una capacidad que ha mantenido esclavos a una cama
sin poder disfrutar de su vida, en estos
caso se logra ver la determinación y valor que se requiere para tomar esta
decisión, puesto que esta responsabilidad no solo la toma el individuo sino
también sus familiares.
Cuando
se conoce todo esto la idea de la eutanasia deja de ser solo una salida fácil,
algo que solo los cobardes harían, nada más un simple suicidio por causas sin
sentido a convertir en una decisión que solo las personas más valientes
tomarían, que solo aquellos que logran ver el sufrimiento en los ojos de todos
las personas que los rodean se atreverían a tomar.
En
particular me encuentro entre las miles de personas que se encuentran de
acuerdo con la eutanasia, pero como en la vida esta debe está limitada, en un
pensamiento propio esta solo debe ser legal en casos de extremo dolor físico o
mental pero solo cuando este es comprobado por los médicos; la eutanasia debe
ser tomada como una herramienta en cualquiera de sus presentación para aliviar
el dolor humana y si bien la vida debe de ser disfrutada en cada momento
también existen momentos en los cuales caemos sin esperarlo, momentos de los
que quizás nunca logremos levantarnos, en esas ocasiones en las cuales por más
que intentamos levantarnos no lo logramos, esos son los instantes que cambian
nuestra perspectiva frente a la vida. Si queremos vivirla porque deseamos
luchar cada día más o si por el contrario vemos nuestra vida como una carga,
arca que día tras día se va volviendo más insoportable.
La
eutanasia una es una decisión que se tome de la noche a la mañana es una
decisión que se piensa y se medita y es la decisión que toman aquellos que se
atrevieron a luchar y vivir su vida al máximo y que por más que lucharon su
fuerzas ya los abandonaron; estas personas solo esperen tener una muerte tan
digna y respetable como fue su vida.
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