domingo, 3 de marzo de 2013

¿DEBE PROHIBIRSE LA VENTA Y EL USO DE LOS ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS (OGM)?


Por: Ana María Sepúlveda


En la actualidad el tema de los organismos genéticamente modificados (OGM) y las consecuencias de su producción, es la causa de amplios debates alrededor del mundo establecidos por algunos investigadores y aquellas personas que se preocupan por el futuro que nos espera, mediante el uso inadecuado de la biotecnología. La empresa que ha generado las mayores polémicas en las últimas décadas sobre este tema es Monsanto, compañía dedicada a la elaboración de diferentes productos como los OGM, insecticidas, hormonas de crecimiento para animales, que son gravemente nocivos para la salud, la agricultura, y el planeta en general.

Explicare cómo esta empresa logra de forma ilegal y anti-ética conseguir los permisos para lanzar al mercado mundial todos sus productos sin problema alguno. Que es un OGM y por supuesto, a que conlleva la producción de estos a niveles muy altos en nuestro medio. Para esto me basaré en el famoso documental “El mundo según Monsanto” de Marie-Monique Robin, la cual después de realizar rigurosas investigaciones, muestra en él la verdadera cara de esta compañía. Aspiro a que el lector, una vez finalizado el ensayo, conozca un buen número de razones por las cuales el uso de estos OGM debe ser prohibido, ya que sus consecuencias negativas frente al mundo y todas sus formas de vida son irreparables.
En el año de 1901, fue fundada la compañía Monsanto, empresa que pretende “conservar los recursos, mejorar la vida de los agricultores, y desarrollar mejores semillas, para ayudar a tener éxito y producir alimentos más saludables”. Monsanto. (2006). Ninguna de estas palabras plasmadas en su página web corresponden al contexto actual. Una muestra de ello es el insecticida Round-up (actualmente uno de los más utilizados en el mundo, principalmente por los sembradores de semillas transgénicas a causa de que ellas están modificadas para resistirlo) que por muchos años fue vendido a los agricultores como “biodegradable”. Hace sólo unos pocos años, según estudios, sólo el 2% del producto se degradaba.

De los productos que esta empresa oferta, el que más temor me causa es el de los OGM; pero nos debemos preguntar ¿Qué es un organismo genéticamente modificado? Un OGM (en agricultura) es una planta, que después de una serie de manipulaciones no posee su genoma natural (ADN o estructura genética) ya que en él han sido introducidas partículas de ADN de otros organismos que en rasgos de evolución, son muy distantes porque entre ellos no se posee un ancestro o pariente en común. Es el caso de las bacterias, un gran ejemplo a la hora de hablar de estas modificaciones, pues de su genoma se traspasan importantes características de protección a las plantas para que después de dicho proceso logren resistir a insecticidas como el Round-up; como no hay una mínima cercaníaentre estos dos organismos, el producto de esta mezcla de genomas es considerado un OGM.
Siendo más complejos, “los OGM, son producidos por técnicas de ingeniería genética y, en su mayor medida, principalmente representados por plantas de uso agrícola”. Noelia, Fuente. & Sandra, Goñi. (Tutora). (2005). (3, p.7).

Después de entender qué es un OGM y lo qué Monsanto hace para crearlos, la duda es, si son tan malos para el ambiente y sus consumidores ¿cómo hizo esta empresa para lograr sacarlos al mercado?, ¿fue totalmente honesta?, considero que no fue ni honesta ni ética a la hora de hacerlo. Los OGM “fueron aprobados políticamente y no mediante la ciencia”. James, Maryanski. (2008).

Sólo se sabe que de los pocos estudios científicos (cuando hablo de científicos, me refiero a detallados) que se lograron realizar a algunos de los productos, la información fue totalmente modificada por los agentes de Monsanto y la FDA (Administración de Drogas y Alimentos en EE.UU.) ya que con seguridad los científicos dictaminaban un no rotundo nada bueno para sus intereses comerciales. Ejemplo de ello fue lo ocurrido en la década de los 80’s, donde un aminoácido genéticamente modificado sale al mercado con el nombre de L- Triptófano, y sólo en el año de 1989 se generó una gran epidemia por causa de esté, estimando la muerte de unas 5.000 personas (principalmente por el aumento de los glóbulos blancos en su sangre lo que causaba debilidad en todo su cuerpo y sistemas); “When the L-tryptophan became apparent, the FDA quickly banned its sale”, (Sólo cuando el L-Triptófano se hizo evidente, la FDA prohibió su venta rápidamente).        

Se nota la falta de seriedad de organizaciones tan importantes como la FDA, que sólo en casos tan extremos, hace cumplir la ley; la FDA debió haberlo practicado desde el principio porque fue esta entidad, la que valido la comercialización de el aminoácido.
“Y te preguntas que mas podrían estar ocultando ahora, tengo que decir que nunca confiaremos en una compañía como Monsanto, para decirnos las verdad acerca de un producto, o un problema de contaminación. Nunca confiaremos en ellos”. Keen, Cook. (2008).

Ahora sabemos que los OGM no son tan buenos como Monsanto y la FDA lo anuncian, y mucho menos seguros a la hora de consumirlos; pero entonces ¿Qué problemas causa el consumo de estos OGM? Lo ocurrido con la epidemia causada por el L-Triptófano anteriormente dicho, es un caso de los muchos que se pueden enunciar sobre las graves consecuencias que causa el consumo de estos organismos; el caso más grave hasta el momento es este, pues sus problemas surgieron rápidamente. Hace poco un estudio realizado con otro OGM (Stephen, Barrett. (2003). producido por Monsanto y aprobado por la FDA) que lleva el nombre de Maíz NK603, reveló importantes datos esperados por muchos científicos, y que para los consumidores de este y los demás OGM, puede ser de gran interés. Veamos un pequeño resumen:
Al analizar a varios ratones que fueron alimentados con el maíz transgénico NK603 por un periodo de dos años en pequeñas cantidades (tomando como diferencia la cantidad que consumen los humanos) se empezó a evidenciar la aparición de grandes tumores en varias partes de su cuerpo, lo que demostró un grave desequilibrio en el metabolismo y desarrollo de estos. Ahora bien, muchos se preguntarán porque en los humanos aun no ocurre nada, pero es más sensato entender que los ratones y los humanos son especies diferentes y tienen ciclos de vida opuestos.

“Las ratas viven pocos años. Los seres humanos viven alrededor de 80 años, por lo que
los efectos en los animales se notarán mucho antes que en los humanos. El experimento
gigante en humanos lleva 10 años, por lo que probablemente estamos a décadas de
poder tabular las pérdidas humanas. Esta es una de las evidencias más poderosas
hasta la fecha, por lo que necesitamos poner en práctica el principio de “lo antes posible”
y evitar estos alimentos.”
Joseph, Mercola. (2012).

Sería bueno evitarlo, pero lamentablemente, en la mayoría de los países son
aceptados y producidos, originando dos efectos. Primero, la cultura de las
personas estará encaminada a consumir OGM puesto que en el mercado estarán
en mayor cantidad. Segundo, la siembra de estos OGM generará una grave
contaminación genética; mas adelante nos referiremos al tema.
Por otra parte hay un caso muy particular en el documental, esta vez de los
problemas que ha dejado lo que fue algún día la producción de un famoso
herbicida llamado 2,4,5-T. En la década de los 60’s, cuando estaba en auge la
guerra entre EE.UU. y Vietnam, se esparció por los aires y entró en contacto con
muchas personas una sustancia llamada “Agente Naranja”, compuesta en su
mayoría por el herbicida 2,4,5-T; hoy alrededor de unos 40 años después, sus
consecuencias negativas se reflejan todavía en los niños que nacen con graves
anomalías genéticas e incluso cáncer. El problema con este herbicida aun no
termina; en 1949, hubo una explosión en una de las sedes de la compañía
Monsanto y cientos de empleados entraron en contacto con el 2,4,5-T, como
consecuencia, en ellos se desarrolló una enfermedad poco común y muy extrema
llamada “Cloracné” (presencia de acné en la piel de manera exagerada) causada
por uno de los componentes de este herbicida, la “Dioxina” (altamente toxica), que
también, según los datos, fue causante de los problemas presentados en los niños
ya que el agente naranja era compuesto en su mayoría por el 2,4,5-T.

Estos ejemplos de productos aceptados para salir al mercado nos demuestran
reiteradamente los problemas y consecuencias en la salud y el medio ambiente
que generan los OGM y los herbicidas a los que son inmunes, logrando evidenciar
la falta de seriedad y compromiso social de estas empresas frente a los
consumidores y la comunidad en general. Se concluye que “tenían primero los
datos y después los manipularon para ajustarlos a las conclusiones que ellos
querían. Nunca se realiza un estudios de esa manera, ¡nunca!”. Gerson, Smoger.
empresas con tanta influencia, poder y dinero pueden hacerlo, pues
cualquier intento de corrección o de prohibición en su contra será
automáticamente derrotado para seguir perpetuando la ilegalidad de sus actos.
(2008);

Es incuestionable el mal uso de la biotecnología, pero ahora nos centraremos en
un problema mucho más grave, la contaminación genética. La contaminación
genética es causada únicamente por la siembra y el crecimiento de OGM, ya que
sí hubieran semillas nativas (con ADN no manipulado) no tendrían porque
contaminarse genéticamente ellas mismas, pues en su naturaleza sólo el maíz
fecundará al maíz, la soja a la soja, sin haber intercambio genético con
organismos diferentes a los de cada especie. Aquí se centra el problema, al
encontrar estos nuevos OGM en crecimiento, se genera un intercambio entre el
organismo nativo y el genéticamente modificado.
Para este intercambio se necesita de la reproducción,es un proceso mediante el cual los granos de polen fecundan el óvulo dando origen a nuevos organismos, “Las plantas modificadas genéticamente, a diferencia de las medicinas, se reproducen y una vez liberados en el entorno, no se pueden controlar”.
Deborah, Koons. (2006), es así como el viento, los animales polinizadores, el derrame de semillas transgénicas en campos abiertos y dependiendo de las condiciones climáticas, el polen puede subir a gran altura y viajar a grandes distancias, polinizando campos muy alejados haciendo posible el intercambio entre los organismos, causando la gran contaminación de genomas que después de ser efectuada, tristemente no hay forma alguna de recuperar.

“Acabas con esa diversidad, y eso a largo plazo es un problema para el futuro de
los alimentos. Lo que puedes ganar en efectividad, lo vas perdiendo en
diversidad”. en las plantas Deborah, Koons. (2006).

Si se aumenta la contaminación genética, también se aumentara la posibilidad de perder todas las semillas nativas que se poseen; es casi imposible evitar este gran desastre ecológico ya que esa es la realidad, en el mundo se han plantado miles de OGM y miles serán los que se plantarán. Debemos luchar cada día aferrándonos a nuestros ideales para lograr un cambio de cultura en las personas, como algún día del año 2002 lo trató de hacer una madre preocupada por el futuro de sus hijos, lanzando una campaña para saber por medio del etiquetado en los alimentos, si ellos consumirían OGM o no. Ella lo propuso en “La ley 27” que decía:

“¿Cómo podemos confiar en las multinacionales que nos dijeron que el PCB, el DDT y las dioxinas eran seguros? No quieren que sepamos qué es lo que comemos. La FDA ignoró las advertencias de sus propios científicos sobre los peligros de los alimentos modificados genéticamente. Estamos hablando de el futuro de nuestros hijos.” Ley 27. (2002), citado por Deborah, Koons. (2008).

Esta proposición contemplada en la ley 27 fue derrotada, las costosas maniobras que dirigieron las compañías mencionadas implícitamente arrasaron con la campaña impidiendo un cambio muy importante y necesario para disminuir el consumo de OGM alrededor del mundo.
Si el ritmo en la producción de los OGM sigue encaminado como va hasta el momento, en un futuro cercano perderemos todas nuestras semillas nativas que son regalos obtenidos de la naturaleza; la única opción viable para disminuir (sólo un poco, pues el aire presenta demasiadas cantidades de polen para evitar la contaminación genética) y no permitir la propagación de esta, será poniendo fin en la raíz del problema, es decir, sacar del mercado la multinacional Monsanto, que desde el comienzo engañó a sus productores, consumidores y la totalidad del planeta para un beneficio propio. Parece ser que su misión organizacional está en contravía del bienestar del medio ambiente; por todo lo dicho en este ensayo siempre daré un NO a la venta, el uso y el consumo de los OGM.

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