En la actualidad, existen nuevas tecnologías que cada día nos benefician
a todos de alguna manera, como son los avances científicos y biológicos, donde
se ve reflejado el desarrollo de la clonación o manipulación genética que está
casi por lograrse ya, a nivel mundial. Todo organismo, aún el más simple,
contiene una enorme cantidad de información. Esta información se encuentra
almacenada en las moléculas del ADN. Todo esto se pudo identificar gracias al
desarrollo de la genética y sus ramas acompañado de las tecnologías que nos
rodean. Desde hace tiempo, es evidente que la ciencia va más deprisa de lo que
creemos y, prácticamente, es posible hoy en día manipular alguna característica
de un gen e introducirle determinaciones o rasgos que nosotros queramos para un
futuro perfeccionar a los humanos. Es claro, que estas modificaciones conllevan
a dilemas morales y éticos, ya que las personas por naturaleza debemos
adaptarnos a ella y hacia el mundo que se nos ha dado, sin tener que cambiar
esos fundamentos. Pero, surge una cuestión “¿Sería
necesaria una idea de ingeniería genética que permita cuerpos más fuertes,
memorias más finas, inteligencias más agudas y temperamentos más alegres?”(Michael
Sandel, Contra la perfección, 2007, pág. 13).
A partir de los dilemas éticos y morales, surgen una cantidad de debates
frente a estas modificaciones genéticas, ya que algunos dicen que la clonación
es rechazable porque viola el derecho del ser clonado a la autonomía. Sin
embargo, suponiendo que una pareja escogiese la configuración genética, de
acuerdo a algunas capacidades de talento, ya sean musicales, atléticas o
psicológicas, se deben tener en cuenta que no hay limitación de autonomía, y
existe igualmente una libertad de pensamiento y actuación, y no se puede
obligar a vivir similarmente a la persona de donde provienen estos rasgos, sino
que hay propiciarle el derecho a escoger su futuro. Por esto, la autonomía no
se ve afectada por dos razones. En primer lugar, es cierto que los padres
influyen en el diseño genético de los hijos en sus características físicas,
pero a su vez, estos no escogen su herencia genética y al desarrollarse tendrán
libertad de pensamiento, sin importar las limitaciones que le fueron asignadas
voluntariamente. Y en segundo lugar, la mayoría de las personas buscan por el
mejoramiento de sí mismos, y no habría forma para explicar las razones morales que
demuestren lo contrario. El problema moral y ético surge cuando estas
aplicaciones son realizadas con el fin de ir más allá de la salud y de mejorar
sus capacidades físicas y cognitivas, donde se pueden originar alteraciones
genéticas que se puedan heredar en las próximas generaciones por excesiva
experimentación. De aquí sobresale los miles de intentos que se necesitan para
procrear un ser perfecto que fue el esperado con las características deseadas.
Michael Sandel, en su libro, Contra
la perfección- La ética en la era de la ingeniería genética, habla sobre la
optimización muscular, la memoria, la altura y la selección de género. Estos
cuatro temas son las aplicaciones que hoy en día son experimentadas
genéticamente. La optimización muscular, permite aliviar la distrofia muscular
y revertir la pérdida de este tejido; pero, surge una cuestión. Si a partir de
esto, se pudiese crear un atleta con un aumento muscular y unas capacidades que
están por encima de lo normal, entonces ¿se deberían prohibir el uso de estas
alteraciones en las ligas deportivas profesionales o simplemente seguir
prohibiendo los esteroides y productos dopantes? Asimismo, se hace una
comparación entre las ventajas y desventajas de ambos. El uso de los esteroides
y los dopantes tiene efectos secundarios perjudiciales para la salud, mientras
que una modificación genética no posee aun una desventaja significante, por lo
cual no hay un motivo válido para prohibir el trastorno genético voluntario en
las competencias deportivas, además, de imaginarse un buen espectáculo
sobrehumano.
Por otra parte, tenemos la memoria, donde cabe observar que los estudios
sobre la cura del Alzheimer, no han sido tan eficaces; donde el uso de los
fármacos para el tratamiento de esta enfermedad que limita la memoria,
retribuyen a una constante medicación, con efectos temporales. De igual modo,
la ingeniería genética permite introducir un gen que mantiene estas células cerebrales por más
tiempo y aun en los tiempos de la vejez. Un uso de este tipo actuaría como un
remedio que se llevaría al perfeccionamiento, ya que a diferencia de un
tratamiento contra el Alzheimer, no es una cura contra la enfermedad como tal.
Pero en la medida en que se restaure las capacidades de la persona, sería un
remedio en ciertos aspectos. También, se podría tener usos que no sean médicos,
por ejemplo, una persona que quiera memorizar cierto trabajo o necesite
aprender de manera rápida y concreta un idioma, podría hacer uso de este cambio
genético.
En tercer lugar, la optimización de la altura, cuando muchos padres
quieren que sus hijos sean más altos. Anteriormente, se había aprobado el uso
de la hormona de crecimiento y fue utilizada principalmente en los niños en
desarrollo, cuya estatura fuera escasa y diferente a la normal. Pero, todo esto
generaría controversia, aunque el uso de estas hormonas no son ilegales, se
debe tener cierto límite de uso. Entonces, si solo se utiliza en niños que
necesiten aumentar la estatura a la del promedio estadístico, ¿qué pasaría si
un niño con estatura normal desea aumentar su estatura para practicar
baloncesto? Si así sucediera continuamente, las estaturas promedio seguirían
aumentando y tendríamos una sociedad más alta. De igual forma, el costo también
influye en la manera con que la sociedad asuma estos cambios genéticos y de
acuerdo a Sandel, en el libro data que estas medicaciones podrían costar
alrededor de unos 20mil dólares para subir de 8 a 10 cm. Lo cual indica que los
más ricos harían gran diferencia con los pobres, al inducir que las minorías no
tendrían un acceso fácil a esta hormona.
Por último, tenemos la selección de sexo, que se practicó gracias a las
pruebas prenatales donde se usaban ultrasonidos para determinar el sexo del
feto. En la India se prohibió el uso de los ultrasonidos ya que había un
aumento de la población de hombres, por cada 1.000 niños, 900 eran hombres, por
lo cual esta práctica no fue muy habitual. Actualmente, la tecnología de
selección de sexo plantea de forma específica esta cuestión, sin mezclarla con
el pensamiento moral de la sociedad. Si la selección basada en el esperma
merece alguna objeción, tendrá que ser por razones que vayan más allá de los
moral. Una de estas razones es que la selección del sexo es un instrumento de
discriminación sexual, dirigido principalmente a las mujeres, tal como se dijo
anteriormente el caso de la India, con mayor población de niños hombres que
mujeres. A pesar de estos casos morales, la cuestión es, si se imagina una
sociedad que no privilegiara a los niños por encima de las niñas, y donde la
proporción entre sexos se mantuviera equilibrada, ¿sería cuestionable la
selección de sexos en estas condiciones?
En conclusión, de acuerdo a los cuatro temas de argumentación
desarrollados anteriormente, ¿sería posible seleccionar unas características
físicas, la musculatura, la altura, la memoria y el sexo o serán cuestionadas
por siempre, acompañados del avance acelerado de la ciencia? En todos estos
casos, sigue habiendo algo moralmente problemático. El problema reside no solo
en los medios sino también en los fines que se persiguen. Se dice habitualmente
que el perfeccionamiento, la clonación y la ingeniería genética suponen una amenaza
hacia la dignidad humana. Es bastante cierto. Pero, como dice Sandel “en qué sentido” (Michael Sandel, Contra la
perfección, 2007, pág. 36) reducen estas prácticas la humanidad. ¿Qué
aspectos de la libertad o del desarrollo humano resultan amenazados por ellas?
Se podría decir que no es del todo un paradigma, es solamente una cuestión de
aceptación por la humanidad, y siempre hay que arriesgar para ganar.
Michael Sandel
Contra la perfección, la ética en la era de
la ingería genética
2007 marbot ediciones
de acuerdo con la ingeniería genética nada esta bien perfeccionado por lo cual debemos arriesgar para poder llegar y superara la a humanidad y salvar vidas ya que la ingeniería genética es su principal objetivo,
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