Por Chrsitian David Puchana
“Sabemos muy poco, y sin
embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía más sorprendente que
tan poco conocimiento nos dé tanto poder.”
La ciencia avanza a pasos agigantados.
Estos avances son a menudo útiles para
la vida en general, problemáticas en salud, medio ambiente, tecnología, en fin;
sin embargo hoy en día algunos temas han generado controversias, tales como la
clonación humana. Toda esta problemática lleva a pensar si realmente es
necesario hacer réplicas humanas. Pero ¿Qué es en sí la clonación?
La clonación se define como el
proceso mediante el que se obtienen copias semejantes de algún organismo o
célula ya desarrollados, todo esto de forma asexual, así entonces la clonación
humana reproductiva requiere que se cree un ser humano con idéntica información
genética de otro. Existe otro tipo de clonación humana, la terapéutica, que es
para fines médicos y lo que busca es tratar enfermedades y crear órganos que posean la misma dotación genética que
el paciente del que se tomó la célula adulta a partir de la que se desarrollará
el órgano o tejido, por lo que expresará su misma información y evitará
las complicaciones que implica un trasplante de dicho órgano, como una reacción
inmunológica de rechazo por parte del tejido receptor. Este último tipo de
clonación es verdaderamente útil para la futura solución a muchos problemas de
salud en los seres humanos, es legal actualmente y es justificable desde un
punto de vista ético.
En cuanto a la clonación humana
reproductiva hay muchos contras por parte de entidades como la iglesia, quien
condena cualquier experimentación con seres humanos, muchos grupos de
científicos también manifiestan su desacuerdo. Por otro lado hay riesgos que se
han podido descubrir y deducir con base en los resultados de los experimentos
que se han realizado con otros mamíferos como ovejas y toros. Por mencionar un
ejemplo cabe decir que en julio de 1996 en el Instituto
Roslin de Edimburgo (Escocia) fue clonado con éxito el
primer mamífero, una oveja llamada Dolly; el proceso consistió en extraer el
núcleo de una célula donante proveniente de una glándula mamaria de una oveja
Fin Dorset de seis años, e introducirlo en un óvulo no fecundado y sin núcleo,
allí empezó a desarrollarse el embrión.
El proceso fue considerado un éxito,
sin embargo, para comenzar, se necesitaron 277 intentos anteriores a este, 277
fusiones de óvulos fallidos. En segundo lugar esta oveja empieza a desarrollar
artritis a los 5 años de edad, y para terminar es sacrificada a los seis años y
medio de edad debido a una enfermedad pulmonar, teniendo en cuenta que acorde a
su raza, su expectativa de vida debió ser de once a doce años de edad. Esto
indica que aún si Dolly sobrevivió por lo menos al nacimiento y creció
“normalmente”, tuvo problemas de salud y su expectativa de vida fue muy corta.
A parte de esto para su nacimiento fueron necesarios muchos intentos sin éxito,
algunos embriones nacidos muertos o con deformaciones en su desarrollo. ¿Es
imaginable entonces que se intentara clonar un ser humano, sabiendo todas las
dificultades a las que es arriesgado? Sin duda el resultado sería muy similar
al que ocurrió con la oveja Dolly, pero no se trata solo de imaginar, sino de
pensar si realmente se necesita.
Hay quienes sostienen que la
clonación de humanos podría ser una solución para muchas parejas infértiles y
deseosas de que sus descendientes tengan su información genética; incluso hay
quienes estarían dispuestos a clonarse, es decir que su hijo sea un clon de uno
de sus padres. Este es un punto muy delicado, pues no solo se piensa en tener
un hijo o simplemente desarrollar un embrión, sino en arriesgar una vida
cuantas veces sea necesario para obtener un futuro ser humano, sin importar si
tendrá una vida saludable y aún más importante, si vivirá lo suficiente, el
tiempo que cualquier ser humano quisiera y estuviera en capacidad de vivir.
Si dichas parejas quisieran podrían
adquirir un embrión a partir de la esperma del padre e implantarlo en un óvulo
sustituto de la madre, así su hijo tendría sus genes y se reducirían
significativamente los riesgos, aunque es un proceso muy costoso. Es entendible
hasta cierto punto que el sueño de la mayoría de las parejas es que sus hijos
sean del mismo linaje familiar, y quizás con algunas características físicas
que se esperaría que tuvieran los descendientes de esta línea familiar, pero hay otro aspecto que se debe tener en
cuenta: Las personas de este siglo son muy inconscientes en cuanto a la
sobrepoblación humana del planeta, cada vez se aumentan las cifras y esto
conlleva no solo a un menor espacio para vivir para cada uno, sino menor
calidad de vida, menores oportunidades de empleo, de educación, menor cobertura
en seguridad y salud. Si se tuviera más conciencia en cuanto a esta problemática,
la adopción sería una opción bastante viable para reducir las tazas de
indigentes, de miles de niños huérfanos que actualmente viven en condiciones
deplorables, aún si son albergados por pobres orfanatos.
Por otro lado, la ambición humana es
difícil de erradicar: Un doctor especialista en fertilidad afirma haber clonado
catorce embriones y haber introducido once de ellos en los óvulos de cuatro
mujeres, lo cual implicaría que en poco tiempo se podría obtener el primer bebé
clonado. Este doctor, cuyo nombre es Panayiotis Zavos está obsesionado por
clonar seres humanos sin alguna necesidad realmente justificada, dice que
quiere ayudar a la gente, pero sin importarle que se desperdicien vidas de
embriones fecundados, que pueden morir incluso antes de nacer.
"No
hay duda sobre eso. Puede que no sea yo quien lo logre, pero un bebé clonado es
algo que llegará. No hay forma de que no suceda", esto dijo el doctor
Zavos en una entrevista con el diario The
Independent.
Zavos, más que ayudar a la gente,
causa la impresión de que quiere cumplirse un reto a sí mismo, cree sentirse
capaz de lograr algo tan grandioso como clonar un ser humano, quiere ser el
primero en al menos intentarlo y todo para lograr un estatus científico, por
llamarlo de alguna manera. La ciencia permite grandes cosas, cada vez más los
científicos logran realizar avances impresionantes que a menudo tienen un fin,
el fin de ayudar en algo, cualquier aspecto que afecte al ser humano, y para
ello es debido investigar siempre más a fondo; cosa que es buena siempre y
cuando se tenga un fin justificado. Pero el hombre en su avaricia por conseguir
lo que quiere no se limita él mismo de hacer uso indebido de la ciencia y
siempre quiere más, descubrir, realizar, investigar, experimentar; esto lo
podría llevar tal vez a lo que se puede llamar un conocimiento innecesario, un
conocimiento sin sentido. ¿Qué problema resuelve clonar un ser humano? Ninguno.
Cosa muy diferente es la
investigación en la posibilidad de clonar especies en vía de extinción, o ya extinguidas
por el hombre, y es este pequeño detalle el que tiene mayor implicación en el
tema: el hecho de que el hombre mismo es o fue el causante de dicho daño
ambiental. Se entiende entonces que en estas investigaciones se muestra el afán
de las personas de reponer de algún modo el daño hecho, en términos generales
el ser humano se siente culpable de lo que ha hecho, y ahora, quizás demasiado
tarde, quiere retrotraer una situación que él mismo modificó. Por esto es
entendible que actualmente se quiera trascender en el tema de la clonación
animal ligada a la extinción.
Pero en definitiva, se sabe que la
raza humana no está en peligro de extinción, por lo que en ese sentido sería
inútil clonar alguna persona, también se sabe que hoy día hay muchos métodos y
soluciones para las parejas que no pueden, natural y biológicamente hablando,
tener hijos; razón por la que por este lado también sería inútil la clonación
reproductiva, pues así se quisiera llevar a cabo, el proceso aún está muy “crudo”
y el método aún es muy riesgoso, y el término aún, es porque es muy posible que
la ciencia permita en un futuro reducir esos riesgos de un modo significativo;
pero vuelve la pregunta:
¿En realidad es necesario crear un
ser humano, con fines de reproducción, sabiendo que hay tantos niños, incluso
bebés necesitando una familia? Por supuesto que no. Es hora de entender que los
seres humanos necesitan de los demás para vivir bien y que por esto no está de
más ayudar a otras personas y más en el aspecto, sencillamente, de darle una
familia a otros seres humanos que la necesitan, en vez de estar pensando en
obtener copias idénticas de sí mismos, que abarca un sinfín de posibles
complicaciones, entre ellas perder la vida misma de ese embrión que se quiere
crear. Y si no es con fines reproductivos que se quiere avanzar en el tema de
la clonación humana reproductiva, es peor aún la situación, ya que no hay
fundamento válido para conseguir que nazca vivo y sano un ser humano
desarrollado asexualmente a partir de una célula de otra persona. Por lo tanto
no es necesario, ni ético, siquiera intentar clonar una persona, pues no existe hasta ahora la completa certeza de que
el proceso resulte perfectamente bien, pueden haber muchos intentos fallidos,
como ya se había mencionado…no se puede financiar tal desperdicio de vida sin
una razón entendible y efectiva.
Estoy muy de acuerdo con tu punto de vista, felicidades
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