domingo, 3 de marzo de 2013

Desperdicio de vida. Ensayo sobre la clonación humana



 Por Chrsitian David Puchana



“Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía más sorprendente que tan poco conocimiento nos dé tanto poder.”
                                        Bertrand Russell. Filósofo, matemático, lógico y escritor británico.


La ciencia avanza a pasos agigantados. Estos avances  son a menudo útiles para la vida en general, problemáticas en salud, medio ambiente, tecnología, en fin; sin embargo hoy en día algunos temas han generado controversias, tales como la clonación humana. Toda esta problemática lleva a pensar si realmente es necesario hacer réplicas humanas. Pero ¿Qué es en sí la clonación?

La clonación se define como el proceso mediante el que se obtienen copias semejantes de algún organismo o célula ya desarrollados, todo esto de forma asexual, así entonces la clonación humana reproductiva requiere que se cree un ser humano con idéntica información genética de otro. Existe otro tipo de clonación humana, la terapéutica, que es para fines médicos y lo que busca es tratar enfermedades y crear órganos que posean la misma dotación genética que el paciente del que se tomó la célula adulta a partir de la que se desarrollará el órgano o tejido, por lo que expresará su misma información y evitará las complicaciones que implica un trasplante de dicho órgano, como una reacción inmunológica de rechazo por parte del tejido receptor. Este último tipo de clonación es verdaderamente útil para la futura solución a muchos problemas de salud en los seres humanos, es legal actualmente y es justificable desde un punto de vista ético.
En cuanto a la clonación humana reproductiva hay muchos contras por parte de entidades como la iglesia, quien condena cualquier experimentación con seres humanos, muchos grupos de científicos también manifiestan su desacuerdo. Por otro lado hay riesgos que se han podido descubrir y deducir con base en los resultados de los experimentos que se han realizado con otros mamíferos como ovejas y toros. Por mencionar un ejemplo cabe decir que en julio de 1996 en el  Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia) fue clonado con éxito el primer mamífero, una oveja llamada Dolly; el proceso consistió en extraer el núcleo de una célula donante proveniente de una glándula mamaria de una oveja Fin Dorset de seis años, e introducirlo en un óvulo no fecundado y sin núcleo, allí empezó a desarrollarse el embrión.

El proceso fue considerado un éxito, sin embargo, para comenzar, se necesitaron 277 intentos anteriores a este, 277 fusiones de óvulos fallidos. En segundo lugar esta oveja empieza a desarrollar artritis a los 5 años de edad, y para terminar es sacrificada a los seis años y medio de edad debido a una enfermedad pulmonar, teniendo en cuenta que acorde a su raza, su expectativa de vida debió ser de once a doce años de edad. Esto indica que aún si Dolly sobrevivió por lo menos al nacimiento y creció “normalmente”, tuvo problemas de salud y su expectativa de vida fue muy corta. A parte de esto para su nacimiento fueron necesarios muchos intentos sin éxito, algunos embriones nacidos muertos o con deformaciones en su desarrollo. ¿Es imaginable entonces que se intentara clonar un ser humano, sabiendo todas las dificultades a las que es arriesgado? Sin duda el resultado sería muy similar al que ocurrió con la oveja Dolly, pero no se trata solo de imaginar, sino de pensar si realmente se necesita.

Hay quienes sostienen que la clonación de humanos podría ser una solución para muchas parejas infértiles y deseosas de que sus descendientes tengan su información genética; incluso hay quienes estarían dispuestos a clonarse, es decir que su hijo sea un clon de uno de sus padres. Este es un punto muy delicado, pues no solo se piensa en tener un hijo o simplemente desarrollar un embrión, sino en arriesgar una vida cuantas veces sea necesario para obtener un futuro ser humano, sin importar si tendrá una vida saludable y aún más importante, si vivirá lo suficiente, el tiempo que cualquier ser humano quisiera y estuviera en capacidad de vivir.
Si dichas parejas quisieran podrían adquirir un embrión a partir de la esperma del padre e implantarlo en un óvulo sustituto de la madre, así su hijo tendría sus genes y se reducirían significativamente los riesgos, aunque es un proceso muy costoso. Es entendible hasta cierto punto que el sueño de la mayoría de las parejas es que sus hijos sean del mismo linaje familiar, y quizás con algunas características físicas que se esperaría que tuvieran los descendientes de esta línea familiar,  pero hay otro aspecto que se debe tener en cuenta: Las personas de este siglo son muy inconscientes en cuanto a la sobrepoblación humana del planeta, cada vez se aumentan las cifras y esto conlleva no solo a un menor espacio para vivir para cada uno, sino menor calidad de vida, menores oportunidades de empleo, de educación, menor cobertura en seguridad y salud. Si se tuviera más conciencia en cuanto a esta problemática, la adopción sería una opción bastante viable para reducir las tazas de indigentes, de miles de niños huérfanos que actualmente viven en condiciones deplorables, aún si son albergados por pobres orfanatos.

Por otro lado, la ambición humana es difícil de erradicar: Un doctor especialista en fertilidad afirma haber clonado catorce embriones y haber introducido once de ellos en los óvulos de cuatro mujeres, lo cual implicaría que en poco tiempo se podría obtener el primer bebé clonado. Este doctor, cuyo nombre es Panayiotis Zavos está obsesionado por clonar seres humanos sin alguna necesidad realmente justificada, dice que quiere ayudar a la gente, pero sin importarle que se desperdicien vidas de embriones fecundados, que pueden morir incluso antes de nacer.

"No hay duda sobre eso. Puede que no sea yo quien lo logre, pero un bebé clonado es algo que llegará. No hay forma de que no suceda", esto dijo el doctor Zavos en una entrevista con el diario The Independent.

Zavos, más que ayudar a la gente, causa la impresión de que quiere cumplirse un reto a sí mismo, cree sentirse capaz de lograr algo tan grandioso como clonar un ser humano, quiere ser el primero en al menos intentarlo y todo para lograr un estatus científico, por llamarlo de alguna manera. La ciencia permite grandes cosas, cada vez más los científicos logran realizar avances impresionantes que a menudo tienen un fin, el fin de ayudar en algo, cualquier aspecto que afecte al ser humano, y para ello es debido investigar siempre más a fondo; cosa que es buena siempre y cuando se tenga un fin justificado. Pero el hombre en su avaricia por conseguir lo que quiere no se limita él mismo de hacer uso indebido de la ciencia y siempre quiere más, descubrir, realizar, investigar, experimentar; esto lo podría llevar tal vez a lo que se puede llamar un conocimiento innecesario, un conocimiento sin sentido. ¿Qué problema resuelve clonar un ser humano? Ninguno.
Cosa muy diferente es la investigación en la posibilidad de clonar especies en vía de extinción, o ya extinguidas por el hombre, y es este pequeño detalle el que tiene mayor implicación en el tema: el hecho de que el hombre mismo es o fue el causante de dicho daño ambiental. Se entiende entonces que en estas investigaciones se muestra el afán de las personas de reponer de algún modo el daño hecho, en términos generales el ser humano se siente culpable de lo que ha hecho, y ahora, quizás demasiado tarde, quiere retrotraer una situación que él mismo modificó. Por esto es entendible que actualmente se quiera trascender en el tema de la clonación animal ligada a la extinción.


Pero en definitiva, se sabe que la raza humana no está en peligro de extinción, por lo que en ese sentido sería inútil clonar alguna persona, también se sabe que hoy día hay muchos métodos y soluciones para las parejas que no pueden, natural y biológicamente hablando, tener hijos; razón por la que por este lado también sería inútil la clonación reproductiva, pues así se quisiera llevar a cabo, el proceso aún está muy “crudo” y el método aún es muy riesgoso, y el término aún, es porque es muy posible que la ciencia permita en un futuro reducir esos riesgos de un modo significativo; pero vuelve la pregunta:
¿En realidad es necesario crear un ser humano, con fines de reproducción, sabiendo que hay tantos niños, incluso bebés necesitando una familia? Por supuesto que no. Es hora de entender que los seres humanos necesitan de los demás para vivir bien y que por esto no está de más ayudar a otras personas y más en el aspecto, sencillamente, de darle una familia a otros seres humanos que la necesitan, en vez de estar pensando en obtener copias idénticas de sí mismos, que abarca un sinfín de posibles complicaciones, entre ellas perder la vida misma de ese embrión que se quiere crear. Y si no es con fines reproductivos que se quiere avanzar en el tema de la clonación humana reproductiva, es peor aún la situación, ya que no hay fundamento válido para conseguir que nazca vivo y sano un ser humano desarrollado asexualmente a partir de una célula de otra persona. Por lo tanto no es necesario, ni ético, siquiera intentar clonar una persona, pues no  existe hasta ahora la completa certeza de que el proceso resulte perfectamente bien, pueden haber muchos intentos fallidos, como ya se había mencionado…no se puede financiar tal desperdicio de vida sin una razón entendible y efectiva.

1 comentario: