Otros usos de la criopreservación
son la conformación de bancas de embriones que sirvan como material biológico destinado
a la investigación y la experimentación.
La forma
en que se lleva a cabo este procedimiento es mediante unos sistemas de
congelación que están programados para que el embrión se vaya enfriando
progresivamente a una velocidad que se encuentra determinada por temperaturas
bajo cero hasta aproximadamente -40 grados Celsius. Posterior a este enfriamiento
lento, se hace un enfriamiento rápido del embrión hasta -190 grados Celsius,
al ser sumergidos en nitrógeno líquido que genera estas temperaturas bajo
cero para bloquear toda actividad metabólica celular.
Después
de hacer una descripción básica sobre el proceso de criopreservación, nos
remitimos a las percepciones a favor y en contra que se desprenden al tratar
este sensible tema, para lo cual se partirá del siguiente cuestionamiento:
Partiendo del precepto de la reproducción
como parte de la dignificación de la vida humana; ¿dónde debe trazarse el
límite ético en el proceso de la congelación de embriones?
La
función primordial de la que parte el desarrollo de la congelación de embriones
humanos, es la búsqueda de la fertilización en parejas que poseen dificultades
para la concepción de forma natural. Sin embargo, es discutible la
alterabilidad de este proceso, tendiendo a la deshumanización de la creación de
la vida humana.
Abordando
el tema desde sus aspectos positivos, es menester hacer énfasis en la
dignificación de la vida humana, al considerarse la procreación como uno de los
fines que complementan la realización de la persona. Partiendo de esto se
pueden enunciar numerosas ventajas desde el punto de vista científico que
justifica la congelación de embriones. Al respecto, estudios demuestran que “el
primer meta-análisis sobre este tema indica que la oportunidad de tener un
embarazo clínico es un 30% mayor cuando todos los embriones son congelados para
una transferencia posterior que con una transferencia de embriones frescos”. Resultados presentados por el profesor
Miguel Ángel Checa, del Hospital Universitario del Mar de Barcelona, en el
Congreso anual de la ESHRE, la Sociedad Europea de Reproducción Humana y
Embriología, en Estambul, Turquía.
También
se puede ver de forma favorable la criopreservación como instrumento de investigación
y desarrollo para la comunidad científica toda vez que ayuda a adquirir
conocimientos biomédicos de carácter científico o terapéutico para el
desarrollo de estrategias experimentales1.
No
obstante, salen a relucir desde el punto de vista ético una serie de
contraposiciones en el desarrollo de esta práctica, partiendo de la
manipulación del proceso biológico natural que es la concepción de la vida. La
congelación de embriones altera en tiempo y lugar el proceso vital que se
espera se dé de manera ininterrumpida y que debe dar como resultado la
gestación de una criatura; lo cual con este procedimiento queda supeditado a la
voluntad humana.
<< La vida humana posee tan grande
dignidad, que una vez que ha iniciado su camino ha de seguir necesariamente su
curso natural. Nadie está autorizado a detenerlo, porque hacerlo es causar un
daño irreparable. “La continuidad temporal e histórica es un bien intrínseco y
un derecho… La edad es más que una connotación temporal: es una coordenada de
la vida personal que hace a su identidad en la condición espacio-temporal.
Alterarla, provocando un vacío de tiempo en la existencia de una persona, es un
arbitrio que compromete el sentido y la conciencia”. >> 2
Otro
factor polémico se da mediante el proceso de descongelación de los embriones,
puesto que cuando la madre ha logrado concebir exitosamente, los demás
embriones se van acumulando en cantidades superiores y finalmente son
desechados.
Es
necesario hacer un análisis panóptico de este tema antes de tomar una posición
en particular, en el cual se aborde la dignidad humana, el desarrollo
científico y la naturalidad del ciclo de vida humano. Es aquí donde debemos
retomar la pregunta formulada desde el principio, en donde deben trazarse unos
límites en los cuales puedan converger los diferentes objetivos pero sin
trasgredir un fin con el otro.
Una vez
evaluados todos estos factores, la criopreservación debe ser desarrollada bajo
una estricta regulación que proteja ante todo el Derecho inviolable de la vida,
el cual
es un principio que al ser ponderado con cualquier otro siempre va a
prevalecer.
Defiendo
el desarrollo de la fecundación artificial con embriones congelados como
alternativa de concepción para las personas que se les imposibilita procrear de
forma natural, siendo esto uno de los fines que dignifica a la persona en su
esencia de ser humano; pero sin que se vulnere el ciclo de gestación biológico,
me refiero con esto a que se dé de forma inmediata y sin postergar a futuro
posibles concepciones toda vez que esto genera un vacio espacio temporal en la
gestación de una vida potencial, lo cual es un acto deshumanizante y pasaría a
estar relegado a la voluntad humana y quedaría atrás el proceso vital del feto
que se convertirá en persona.
Desde el
ámbito científico, debe racionalizarse al máximo el uso de este procedimiento,
toda vez que la ciencia no debe ir en paralelo con la ética por el contrario,
deben estar siempre sujetas, es por eso que la concepción humana, la cual ya
está dada en los embriones, debe manejarse como tal, con la dignidad que debe
primar sobre lo que es una vida en desarrollo y no puede verse como un simple
objeto de estudio que se puede desechar de manera arbitraria.
En
conclusión, la criopreservación es un procedimiento que se debe respaldar y
perfeccionar, pero que debe ir ligado a
una regulación legislativa estricta que siente claramente los límites en que la
ciencia no sobrepase los lineamientos éticos, permitiendo aprovechar las
ventajas tanto para la facilitación de la procreación humana como para la
investigación científica siempre y cuando, los embriones sean manejados como la
vida en proceso de desarrollo que se está dando y no se permita que pase a ser
un simple objeto carente de dignidad con respecto a sus procreadores como
también para el que estaría por nacer, es decir, que la naturaleza del
desarrollo de la vida humana, desde un punto de vista axiológico, no sea
reemplazado por el arbitrio de la ciencia y la concepción sea vista como un simple
desarrollo tecnológico.
Daniela Uribe Vélez
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1. Fuente: http://www.bioeticacs.org/iceb/seleccion_temas/investigacionEnsayosClinicos/EMBRION.pdf
2. García, Juan José. EMBRIONES CONGELADOS. 3 de Marzo de 2011.
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