sábado, 2 de marzo de 2013

La criopreservación de embriones, un debate ético científico



 La criopreservación o congelación de embriones nace de la materialización de las técnicas de fertilización artificial. El desarrollo de este procedimiento busca dar oportunidad a embriones que no son llevados al útero de ser guardados para ciclos posteriores en caso de que en una primera etapa la paciente no haya logrado su embarazo y tener la posibilidad de tener embriones congelados para evitar repetir el procedimiento completo.
Otros usos de la criopreservación son la conformación de bancas de embriones que sirvan como material biológico destinado a la investigación y la experimentación.
La forma en que se lleva a cabo este procedimiento es mediante unos sistemas de congelación que están programados para que el embrión se vaya enfriando progresivamente a una velocidad que se encuentra determinada por temperaturas bajo cero hasta aproximadamente -40 grados Celsius. Posterior a este enfriamiento lento, se hace un enfriamiento rápido del embrión hasta -190 grados Celsius,  al ser sumergidos en nitrógeno líquido que genera estas temperaturas bajo cero para bloquear toda actividad metabólica celular.
Después de hacer una descripción básica sobre el proceso de criopreservación, nos remitimos a las percepciones a favor y en contra que se desprenden al tratar este sensible tema, para lo cual se partirá del siguiente cuestionamiento:



Partiendo del precepto de la reproducción como parte de la dignificación de la vida humana; ¿dónde debe trazarse el límite ético en el proceso de la congelación de embriones?

La función primordial de la que parte el desarrollo de la congelación de embriones humanos, es la búsqueda de la fertilización en parejas que poseen dificultades para la concepción de forma natural. Sin embargo, es discutible la alterabilidad de este proceso, tendiendo a la deshumanización de la creación de la vida humana.
Abordando el tema desde sus aspectos positivos, es menester hacer énfasis en la dignificación de la vida humana, al considerarse la procreación como uno de los fines que complementan la realización de la persona. Partiendo de esto se pueden enunciar numerosas ventajas desde el punto de vista científico que justifica la congelación de embriones. Al respecto, estudios demuestran que “el primer meta-análisis sobre este tema indica que la oportunidad de tener un embarazo clínico es un 30% mayor cuando todos los embriones son congelados para una transferencia posterior que con una transferencia de embriones frescos”. Resultados presentados por el profesor Miguel Ángel Checa, del Hospital Universitario del Mar de Barcelona, en el Congreso anual de la ESHRE, la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, en Estambul, Turquía.
También se puede ver de forma favorable la criopreservación como instrumento de investigación y desarrollo para la comunidad científica toda vez que ayuda a adquirir conocimientos biomédicos de carácter científico o terapéutico para el desarrollo de estrategias experimentales1.

No obstante, salen a relucir desde el punto de vista ético una serie de contraposiciones en el desarrollo de esta práctica, partiendo de la manipulación del proceso biológico natural que es la concepción de la vida. La congelación de embriones altera en tiempo y lugar el proceso vital que se espera se dé de manera ininterrumpida y que debe dar como resultado la gestación de una criatura; lo cual con este procedimiento queda supeditado a la voluntad humana.
<< La vida humana posee tan grande dignidad, que una vez que ha iniciado su camino ha de seguir necesariamente su curso natural. Nadie está autorizado a detenerlo, porque hacerlo es causar un daño irreparable. “La continuidad temporal e histórica es un bien intrínseco y un derecho… La edad es más que una connotación temporal: es una coordenada de la vida personal que hace a su identidad en la condición espacio-temporal. Alterarla, provocando un vacío de tiempo en la existencia de una persona, es un arbitrio que compromete el sentido y la conciencia”. >> 2
Otro factor polémico se da mediante el proceso de descongelación de los embriones, puesto que cuando la madre ha logrado concebir exitosamente, los demás embriones se van acumulando en cantidades superiores y finalmente son desechados.
Es necesario hacer un análisis panóptico de este tema antes de tomar una posición en particular, en el cual se aborde la dignidad humana, el desarrollo científico y la naturalidad del ciclo de vida humano. Es aquí donde debemos retomar la pregunta formulada desde el principio, en donde deben trazarse unos límites en los cuales puedan converger los diferentes objetivos pero sin trasgredir un fin con el otro.
Una vez evaluados todos estos factores, la criopreservación debe ser desarrollada bajo una estricta regulación que proteja ante todo el Derecho inviolable de la vida, 
el cual es un principio que al ser ponderado con cualquier otro siempre va a prevalecer.
Defiendo el desarrollo de la fecundación artificial con embriones congelados como alternativa de concepción para las personas que se les imposibilita procrear de forma natural, siendo esto uno de los fines que dignifica a la persona en su esencia de ser humano; pero sin que se vulnere el ciclo de gestación biológico, me refiero con esto a que se dé de forma inmediata y sin postergar a futuro posibles concepciones toda vez que esto genera un vacio espacio temporal en la gestación de una vida potencial, lo cual es un acto deshumanizante y pasaría a estar relegado a la voluntad humana y quedaría atrás el proceso vital del feto que se convertirá en persona.
Desde el ámbito científico, debe racionalizarse al máximo el uso de este procedimiento, toda vez que la ciencia no debe ir en paralelo con la ética por el contrario, deben estar siempre sujetas, es por eso que la concepción humana, la cual ya está dada en los embriones, debe manejarse como tal, con la dignidad que debe primar sobre lo que es una vida en desarrollo y no puede verse como un simple objeto de estudio que se puede desechar de manera arbitraria.
En conclusión, la criopreservación es un procedimiento que se debe respaldar y perfeccionar, pero que debe ir  ligado a una regulación legislativa estricta que siente claramente los límites en que la ciencia no sobrepase los lineamientos éticos, permitiendo aprovechar las ventajas tanto para la facilitación de la procreación humana como para la investigación científica siempre y cuando, los embriones sean manejados como la vida en proceso de desarrollo que se está dando y no se permita que pase a ser un simple objeto carente de dignidad con respecto a sus procreadores como también para el que estaría por nacer, es decir, que la naturaleza del desarrollo de la vida humana, desde un punto de vista axiológico, no sea reemplazado por el arbitrio de la ciencia y la concepción sea vista como un simple desarrollo tecnológico.
Daniela Uribe Vélez 

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1.      Fuente: http://www.bioeticacs.org/iceb/seleccion_temas/investigacionEnsayosClinicos/EMBRION.pdf



2.      García, Juan  José.  EMBRIONES CONGELADOS.  3 de Marzo de 2011.


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